Abin Sur estaba muy preocupado. Había detectado que una nave averiada cayó en una zona que a comparación del vasto universo estaba totalmente prohibida por los guardianes de Oa: Ysmault. Dudando por unos minutos le pide a su anillo que le cuente la historia del lugar, por segunda vez:
El imperio de las lágrimas ya no existía y quienes gobernaron eran ahora seres muertos, inmoviles y sin su gran poder. Nadie podía entrar sin el permiso de los guardianes. La pesadilla que alguna vez fue el imperio de las lágrimas había acabado pero vidas inocentes corrían peligro. Abin sur concluyó que estaban demasiado lejos del dominio de los guardianes, ellos no tenian importancia acá. Bajó, contempló el tenebroso paisaje hasta que escuchó unas voces que se ocultaban y encendió su anillo al máximo:
El imperio de las lágrimas ya no existía y quienes gobernaron eran ahora seres muertos, inmoviles y sin su gran poder. Nadie podía entrar sin el permiso de los guardianes. La pesadilla que alguna vez fue el imperio de las lágrimas había acabado pero vidas inocentes corrían peligro. Abin sur concluyó que estaban demasiado lejos del dominio de los guardianes, ellos no tenian importancia acá. Bajó, contempló el tenebroso paisaje hasta que escuchó unas voces que se ocultaban y encendió su anillo al máximo:
Todos aquellos muertos, sacados de pesadillas, trataron de seducir a Abin Sur. Ellos tenían la solución a muchos problemas, la revelación de secretos ocultos y el conocimiento total pero siempre con el precio de ser libres. Sin embargo Abin se encuentra con un ser infernal que se hizo llamar Quill de las 5 inversiones y le ofrecía resolverle tres preguntas, las que fueran, sin nigún precio alguno. La primera preguna fue donde se encontraba la nave que había caido hace poco y el demonio le contesta: "Una legua al oeste. Un superviviente... un niño". Abin Sur fue al lugar y quedó sorprendido pues el demonio había dicho la verdad.
Al regreso. Quill le exige que haga las dos preguntas que faltaban. Sin dudar el linterna le preguntó: "Deseo saber que peligro directo me reserva el futuro... cuentalo sin rodeos"
El cruel destino sería en momentos que el anillo le falle pero tendría el consuelo de que su sucesor sería el más grande entre los linternas verdes tanto así que Abin sur sería solo una sombra más. Al saber su destino el linterna se niega creerlo, faltaba una pregunta más. La última. "¿Cúal es la peor catástrofe que sufrirá la corporación de linternas verdes?":
La catástrofe final, la noche más oscura. En dicha guerra surgiría Sodam Yat el linterna verde definitivo, el perfecto. Pero dicho ser solo viviría poco tiempo ya que caería luchando contra los hijos del lobulo. Y todos los miembros de corporación caerían uno por uno. el último sería el planeta viviente Mogo. Cuando eso suceda los linternas verdes y sus guardianes dejaran de existir.
Abin sur no cree en nada de lo que escucha pero el miedo ya estaba en él, acusa a Quill de dar mentiras. El demonio le pide que abandonde el lugar lo hecho esta. El linterna verde y el niño cobreviviente se retiran. Los demonios a lo lejos se ríen, no habían reido perversamente en siglos.
10 años después Abin Sur recuerda todo. Su nave esta averiada y el anillo esta defectuoso, sin poder alguno. La nave se estrellará contra la tierra pero eso no le importa. Le aterra escuchar una y otravez las risas de los demonios de Ysmault. "Me engañaron" piensa el linterna. Se ríen.
22 años después que se publicó esta historia en el Tales of the Green Lantern Corps Annual #2 Geoff John escribiría el minievento "La noche más oscura".
Fin